martes, 23 de febrero de 2016

El Segundo Plato


            Hoy en día vivimos en la era digital, una era donde predominan ante todo los Smartphones, las Tablets, los ordenadores portátiles y ahora vienen dando guerra los Smartwatch. Me pregunto qué será lo siguiente? Un móvil holograma? Eso ya podría llegar a considerarse enfermizo. Sería como levantarte todos los días y ver tu brazo lleno de llamadas perdidas o de Whatsapps y correos, poder verlos en tu piel, casi sería lo mismo que ser un propio robot. Hay que establecer una diferencia entre tecnología y ser humano, creo que eso es muy importante.

            Nuestras tecnologías nos abarcan casi todo el tiempo en un día: te levantas, miras el Whatsapp, los correos, el Facebook, el Twitter, el Instagram así como una lista interminable de redes sociales y aplicaciones disponibles para todo el mundo de forma gratuita.Pero en mi humilde opinión lo más preocupante de esta faceta digital es el periódico. Ya sé que todos estamos pensando en el periódico de papel, pero actualmente hasta el periódico se digitaliza. La gente con un click puede descargarse la aplicación de cualquier periódico nacional, pudiendo leer noticias de actualidad, artículos de opinión e incluso viendo algún que otro vídeonoticiero.

            Sin embargo, ¿qué narices pensaría Benjamin Bradlee acerca de todo esto? Cuando Benjamin era director de The Washington Post, era otro tipo de redacciones comparadas con las de ahora donde el ajetreo no es tan continuo y estamos manipulados totalmente por ordenadores y máquinas Las noticias ya no son noticias, cualquier palurdo puede grabar algo con su móvil, subirlo a la red, y ya será noticia. Ya no hay exclusivas, ni cafeterías repletas de gente leyendo el periódico para informarse sobre lo que ha pasado en el mundo, incluso en los quioscos cada vez hay menos periódicos y menos revistas, y por supuesto, ni siquiera en las oficinas hay reparto de periódicos. Para qué? El romanticismo de leer en papel se está perdiendo, premian las pantallas sobre este, por lo tanto podríamos decir con certeza que el papel es el segundo plato de todos los lectores del mundo.